Ntra. Sra. de la Esperanza. Calasparra (Murcia) El Parteuz S.L. Pablo Nieto Vidal
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La restauración de la Virgen de la Esperanza de Calasparra

En de   nuestro taller restauró una de las imágenes de mayor devoción de nuestra zona, no podía ser otra que la Virgen de la Esperanza de la localidad murciana de Calasparra. Intervención llevada a cabo en nuestro taller de Hellín, y que propició que la imagen fuese presentada a los fieles de esta ciudad en un acto multitudinario celebrado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. La imagen presentaba un estado de conservación deficiente, se encontraba completamente repolicromada, en diferentes zonas del rostro había levantamientos de la policromía e importantes pérdidas, además de una abrasión en las manos muy pronunciada

Ntra. Sra. de la Esperanza. Calasparra (Murcia) El Parteuz S.L. Pablo Nieto Vidal

Presentación de Ntra. Sra. de la Esperanza de Calasparra en la Parroquia de la Asunción de Hellín

La intervención sobre la Virgen de la Esperanza de Calasparra comenzarían con las  radiografías que nos indicaron como fue creada la pieza, y como se encontraba su estructura interna que no presentaba problemas estructurales. La luz ultravioleta mostraron diferentes intervenciones sufridas en  las obras a lo largo de los años.

 

Posteriormente se procedió a la limpieza total de la superficie pictórica, eliminando barnices oxidados, suciedad y una repolicromía generalizada de «La Pequeñita» que desvirtuaba la belleza de la pieza. Se continuó con la  consolidación de las obras;  proceso muy  delicado y complejo consistente en volver a unir los estratos con riesgo de desprendimiento y asegurar el  material original. En este caso se realizado con cola orgánica y la aplicación de presión y calor con termocauterio.

Por último se llevó a cabo el estucado de las imágenes que   fue realizado  de manera tradicional y la reintegración cromática  de ambas con  la técnica del regatino.

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Un retablo barroco- rococó para la nueva Iglesia de Santo Domingo de Albacete

El 29 de septiembre de 2012 se presentaba uno de los grandes trabajos que nuestro equipo de El Parteluz ha realizado a lo largo de su dilatada andadura: el retablo mayor de la joven iglesia de Santo Domingo de Guzmán en Albacete capital.  Un fantástico retablo de estilo barroco- rococó, datado en torno a mediados del siglo XVIII, y compuesto por tres calles separadas por columnas de orden compuesto, con fustes acanalados, decorados con tarjas barrocas  y  que enmarcan tres hornacinas; entre las que destaca la central, avenerada y sobre la que observamos un bello ático con la imagen del titular del templo y un angelote que porta una Cruz.  Las hornacinas laterales sirven de marco a las imágenes de la Inmaculada Concepción y San José, y sobre estas decoraciones carnosas de rocallas y parte de un frontón partido sobre entablamento. Todo el conjunto destaca por sus ricos dorados que se extienden también por el banco y el sotobanco inferior.

Destaca por último también la mesa de altar, el evangelio y el sagrario  de características formales similares y que completan el potente conjunto que preside la iglesia de Santo Domingo de Albacete.

Su restauración comenzó con una limpieza mecánica seguida de la desinsección de las piezas, posteriormente se procedió a la consolidación de las piezas existentes, composición y premontaje de los cuerpos que forman el retablo, así como su estructura interna. También se realizaron los pertinentes   encolados, tallados de molduras y colocación de tallas.

 

También se realizó  la limpieza de los restos originales de oro, eliminando barnices oxidados, restos de purpurinas, oro falso al mixtión, deyecciones de insectos, cera y un largo etcétera de elementos ajenos a la obra original, manteniendo siempre la pátina de envejecimiento natural del conjunto, además nos permitió recuperar también policromías ocultas.

 

Concluidos los trabajos de carpintería se realizó el estucado, embolado y dorado de los faltantes. Para concluir, se ha realizado la protección del conjunto.

El retablo fué dorado al agua siguiendo las técnicas tradicionales. Para los salientes se realizó el bruñido del mismo dejando la superficie pulida, y para los fondos un acabado mate. La discernibilidad entre las aportaciones de oro modernas y el original son evidentes,  al no distorsionar se optó por la propiedad y los técnicos de manera consensuada dejar dicha actuación en ese estado, reforzando aun más la pureza del material original y evitando así cualquier atisbo de falsificación.

Las tablas, tallas y otros elementos policromados se han limpiado y reintegrado siguiendo los mismos criterios respetuosos antes mencionados.

El proceso de restauración del retablo se realizó  siguiendo los criterios actuales  de conservación y restauración de bienes culturales basados en el Respeto a la obra de arte, al autor y a su historia,  fundamentados en el reconocimiento y la reversibilidad de los materiales utilizados en la restauración.