Un tesoro barroco en el corazón de la Ribera de Cubas, hoy regresamos a Jorquera y a su Iglesia de la Asunción.
En el corazón de la Ribera de Cubas, testigo del paso de los siglos y del discurrir tranquilo del rio Júcar; Jorquera se nos presenta gallarda y poderosa, nos invita a dar un paseo por la historia, a penetrar en su Iglesia de la Asunción y adentrarse en una capsula del tiempo donde se mezclan; gótico, renacimiento, barroco etc., y donde su fantástico presbiterio sorprende por su grandeza a quien con acierto decide visitar este edificio.
Un grandioso mural de pintura de finales del siglo XVIII llena la totalidad de los tres paños del ábside poligonal donde se representa un pabellón textil, rematado con las imágenes de la Asunción y Coronación de María, rodeados de ángeles músicos y portadores de flores que también se extienden por las bóvedas donde aparece la representación del Espíritu Santo. El conjunto se completa con la policromía de nervaduras, baquetones y claves, y con una serie de aves situadas sobre el arco apuntado que separa el ábside del tramo contiguo ya en los plementos de la bóveda de crucería, que reforzarían el simbolismo mariano que caracteriza el conjunto.
Pinturas que cobijan el ahora retablo mayor procedente de la capilla del Rosario de esta iglesia, retablo el que destacan sus columnas de orden corintio, la potente cornisa curvada, la abundancia de rocallas de gusto rococó y el ático que lo remata el conjunto y que alberga un lienzo con la imagen de San José, obra anónima hasta el momento de la restauración, pero que ocultaba el nombre de su artífice, el pintor valenciano; Luciano Calado, y que quedó perfectamente documentado por nuestro historiador del arte; Francisco Javier Donate Córcoles.
Nuestro equipo vivió varios meses entre 2017 y 2018 entregado a este gran trabajo que devolvería el esplendor original de la totalidad del conjunto pictórico y del retablo de la Parroquia de la Asunción de Jorquera. Trabajo integral en el que todo el equipo aportó su experiencia y profesionalidad en una tarea compleja y que abarcó diferentes ámbitos como el estudio histórico-artístico, y evaluación de la obra, retirada de repintes, la consolidación, limpieza y reintegración cromática de la totalidad del paramento mural pintado perdido. De igual manera se reforzó con una nueva estructura de madera el retablo mayor que se restauró en su totalidad, se le incorporó o un precioso frontal de altar original que fue totalmente restaurado y protegido como todo el conjunto.